Gallipato / Ofegabous (Pleurodeles waltl)

Descripción

 

El gallipato es un anfibio urodelo, es decir, mantiene la cola tras haber pasado previamente por la fase larvaria. En cuanto a su tamaño, nos hallamos ante el mayor representante mundial de la familia Salamandridae, pues es capaz de alcanzar hasta 30 cm, siendo lo habitual encontrar ejemplares de entre 15 y 25 cm. Sus extremidades son cortas y tienen cuatro dedos en las manos anteriores y cinco en las posteriores, siendo frecuente encontrar ejemplares con malformaciones en las mismas debido tanto a la pobre variabilidad genética (poblaciones aisladas que se mantienen reproduciéndose entre ejemplares emparentados) o por el ataque por parte de otros gallipatos o de depredadores como culebras o aves.

 

Su cabeza es ancha y aplanada, los ojos están ligeramente orientados hacía arriba y su pupila es redonda. La cola está comprimida lateralmente para mejorar su movilidad en el agua, donde se desenvuelve con soltura y ocupa aproximadamente el 50% de la longitud del animal. Durante la fase acuática su piel permanece lisa y muy resbaladiza aun pudiéndose apreciar su naturaleza granulada. Durante su etapa terrestre, su aspecto cambia, ya que la cola se hace más cilíndrica, menos aplanada, y su piel se torna áspera y rugosa. Un rasgo muy característico de esta especie son las hileras formadas por tubérculos anaranjados presentes en los costados del animal.

 

La coloración varía mucho, puede pasar por el verde oliva, negro, marrón oscuro, grisáceo e incluso amarillento, mostrándose siempre, eso sí, el vientre más claro que el resto del cuerpo, con un diseño jaspeado. Se han encontrado ejemplares leucísticos, albinos y melánicos. También se han descrito raros casos de neotenia (retención de caracteres larvarios en estado adulto, como las branquias). El dimorfismo sexual solo está claro en la época de reproducción, pues los machos son los únicos que presentan callosidades nupciales, unas rugosidades negras en la cara interna de los antebrazos que facilitan el amplexo. No obstante tampoco es difícil “sexarlos” fuera de este periodo, los machos son más estilizados y la cola es ligeramente más larga que en las hembras, aunque lo que realmente los diferencia son sus extremidades anteriores, que en los machos son más largas y fuertes. Las hembras por contra se muestran a menudo más robustas y con unas patas delanteras bastante más cortas. La cloaca también puede ser un aspecto a tener en cuenta, más pronunciada durante el celo en los machos. 

 

 

Juvenil. Requena-Utiel (Valencia)

             Adulto. La Serranía (Valencia)


 

Ecología

 

Se trata de un animal discreto, muchas veces difícil de detectar. Como muchos anfibios de hábitos crepusculares y nocturnos, durante el día se encuentran en el centro de la charca y sólo emergen a la superficie cuando están activos para tomar generosas bocanadas de aire de manera fugaz, pero cuando baja el sol estos empiezan a mostrar mayor actividad, ya de noche, es común encontrarlos en las orillas e incluso en tierra, en busca de alimento, aunque siempre sin alejarse demasiado del agua. Si la charca se seca se entierran o permanecen bajo piedras, troncos o entre los escombros, también se encuentran a veces entre las grietas del lecho seco, aprovechando la poca humedad que queda entre ellas.

 

Su alimentación se basa en invertebrados acuáticos, aunque también son parte de su dieta pequeños vertebrados, mayoritariamente larvas de otros anfibios, aunque también y más puntualmente, pequeñas culebras de agua, peces e incluso miembros de su misma especie. Pueden ser carroñeros, utilizando su olfato para detectar no solo presas en movimiento sino también en descomposición. Tal vez por esto último algunos agricultores acostumbraban a depositarlos en pozos y cisternas, a fin de que los gallipatos mantuviesen limpias sus aguas. A su vez, y pese a ser uno de los grandes depredadores de la charca, también es presa de culebras de agua, aves  y mamíferos. Su plasticidad ecológica lo convierte también en un animal muy oportunista en muchos sentidos. 

 

La época de celo tiene lugar durante la primavera, aunque en la Comunidad Valenciana tampoco es raro que suceda en invierno y más raramente, en otoño, siempre coincidiendo con las lluvias. La reproducción tiene lugar en el agua. El macho, que desarrolla unas callosidades nupciales muy marcadas en los antebrazos, inicia el amplexo desde abajo, se trata de un amplexo axilar, muy similar al que realizan las salamandras comunes (Salamandra sp.). Pueden estar horas e incluso varios días en esta posición. El macho expulsa un espermatóforo (pequeño saco con esperma) que la hembra recoge con su cloaca y fecunda así los huevos.

 

La hembra deposita de 300 a 1300 huevos de forma individual o en pequeños grupos repartidos por toda la charca que adhiere a la vegetación acuática (u otros elementos como ramas o troncos). Tras eclosionar, el periodo larvario dura aproximadamente unos tres meses, que varía en función de varios factores, como son el alimento o la temperatura del agua. Las larvas crecen hasta no más de 10 cm y van adoptando la coloración adulta a la vez que se acercan al final de esta etapa. Presentan una cabeza ciertamente más afilada que los adultos y presentan una gran cresta dorso-caudal, así como unas grandes branquias que utilizan para realizar el intercambio gaseoso bajo el agua, además, sus extremidades no están tan desarrolladas como las de los ejemplares adultos y se muestran más frágiles. La alimentación de las larvas es parecida a la de los adultos. Al principio se alimentan de macroinvertebrados acuáticos y conforme van creciendo, van consumiendo presas de mayor tamaño. No es raro que practiquen el canibalismo en esta fase. Alcanzan la madurez sexual cuando cumplen alrededor de un año de vida.

 

 

Larva. La Serranía (Valencia).

    Macho en celo. La Serranía (Valencia).


Distribución, hábitat y amenazas

 

Estamos ante un endemismo iberomagrebí. Habita en la mayor parte de la Península Ibérica, exceptuando el cuadrante nororiental y la cornisa Cantábrica, también en algunos puntos del norte de Marruecos. En la Comunidad Valenciana es una especie escasa que se distribuye principalmente por áreas del interior. En la provincia de Castellón mantiene sus mejores poblaciones de la comunidad, con alto grado de conectividad, mientras que en el interior de Valencia es muy escaso y sus poblaciones están más aisladas. Hasta hace poco, en Alicante su presencia se catalogaba como residual, aunque en los últimos años se han detectado nuevas poblaciones, alguna de ellas, con gran número de efectivos. Aun así, sigue siendo un animal raro y vulnerable en la provincia.

 

El gallipato es un anfibio que tolera cierto grado de contaminación y está estrechamente ligado al medio agrícola, en la Comunidad Valenciana se encuentra sobretodo en balsas para abrevar al ganado siempre y cuando se reúnan las condiciones necesarias. Agradece las aguas profundas y aunque la mayoría de estas son de carácter estacional, es capaz de vivir de forma permanente en el agua, como sucede en pozos, cisternas y aljibes, donde es posible encontrar no solo ejemplares aislados, sino poblaciones reproductoras en su interior, eso sí, a menudo aisladas del resto, creándose núcleos poblacionales curiosos que, a menudo, pasan desapercibidos. La vegetación no parece ser un factor importante, así como la turbidez del agua o el sustrato, habiéndose encontrado poblaciones en balsas de caza cementadas y balsas de riego plastificadas. Si bien la corriente sí es un factor limitante, ya que prefiere aguas estancadas y de poca o nula corriente. Otros hábitats en los que se puede encontrar al gallipato es en las pozas que se forman en algunos ríos o arroyos y también en barrancos, canteras, acequias y canales de riego. Pueden encontrarse también en albercas y piscinas abandonadas, y en menor medida en fuentes. Es, en términos generales, un anfibio resistente y que se adapta con facilidad a una gran variedad de entornos acuáticos, siempre que no existan peces o cangrejos americanos.

 

Algunas de las amenazas más frecuentes del gallipato son pues la introducción de especies exóticas, ya sean peces (percasol, carpín, gambusia…), tortugas exóticas y cangrejos americanos, que ya no solo compiten por el alimento, sino que además depredan directamente sobre sus puestas y larvas, e incluso sobre los adultos, habiéndose constatado ya las heridas que los cangrejos de río americanos son capaces de infligir en éstos. También carpas y tortugas de gran tamaño podrían acabar con la vida de un gallipato adulto. La degradación, contaminación, destrucción y modificación del hábitat también son factores de riesgo que amenazan la supervivencia de este anfibio. Durante las últimas décadas, el crecimiento urbanístico en el litoral valenciano ha crecido a pasos de gigante, lo que ha supuesto la desaparición  o aislamiento de las pocas poblaciones costeras que pudieran quedar. El cambio climático, la sobreexplotación de acuíferos y el abandono de prácticas agroganaderas tradicionales como la creación de charcas para abrevar al ganado son otras de las amenazas de esta especie. El gallipato se encuentra catalogado como "Vulnerable" por la Generalitat Valenciana, y se han llevado a cabo trabajos de cría en cautividad y sueltas de ejemplares.

 

Desde hace unos años, las poblaciones de anfibios se están viendo amenazadas a nivel mundial por una serie de enfermedades emergentes que diezman las poblaciones causando la muerte masiva de muchas especies, el gallipato no es una excepción, y tanto en el interior como en el sur de la Comunidad Valenciana ya se han constatado casos de mortandad masiva causada por la quitridiomicosis. Es por ello que hay que extremar la precaución, evitar manipularlos, en trabajos científicos utilizar siempre guantes y desinfectar todo el material que utilicemos en una jornada de campo, como el calzado. Los atropellos son una causa de mortalidad que afecta en gran medida a esta especie en algunos puntos de la península, aunque aquí en la Comunidad Valenciana se den pocos casos puntuales. 

 

Hábitat. Baix Maestrat (Castellón). 

           Hábitat. Requena-Utiel (Valencia).


 

Información complementaria

 

Tanto en algunas localidades de la Comunidad Valenciana como en algunos puntos del sur de Cataluña se hace referencia al gallipato con el nombre valenciano de “Ofegabous”, es decir, "ahogatoros". Esto tiene una explicación, y es que pese a ser una especie totalmente inofensiva para las personas, el gallipato se ha ganado este nombre gracias a su peculiar método de defensa, que consiste en proyectar la punta de sus costillas hacia el exterior coincidiendo justamente con cada uno de los tubérculos anaranjados de sus costados, acompañado de toxinas que segrega por la piel al verse amenazado, produciendo además del pinchado, un leve escozor. Al habitar en balsas de ganado, si una de las reses ingiere accidentalmente un gallipato, inmediatamente lo devolvería al agua tras un pequeño susto. Pese  a todo, deben ser anecdóticos los casos en los que un gallipato haya causado la muerte de una res, si es que ello puede suceder.

 

Cabe destacar también su gran capacidad de regenerar tejidos, y es que, pese a que el ajolote (Ambystoma mexicanum) sea el anfibio más conocido con esta capacidad, hay que decir que todos los urodelos son capaces de regenerar cualquier parte del cuerpo en apenas unas semanas, inclusive parte de los órganos internos, como el corazón o el cerebro, es por ello, que se cría en granjas de muchos países y ha sido fruto de experimentos tan sorprendentes como el hecho de que los rusos lo hayan llevado directamente al espacio exterior.

 

Otro nombre que adquiere en nuestro territorio, aunque mucho menos común que el de ofegabous es el de “Cullerot” o lo que es lo mismo, cucharón, y no es que haga referencia a las larvas de estos mismos, sino a la postura que adquieren cuando se les molesta, arqueando su cuerpo y mostrando las costillas en una posición amenazante que se asemeja al de una cuchara del revés. En el sur de Cataluña también se conoce como “Peixmarí” (Pez marino), aunque se desconoce el origen de este apodo. Además de estos, también es conocido en varios puntos de Cataluña y la Comunidad Valenciana como “Tritó”, “Tritó meridional” (solo en Cataluña), “Dragonet d’aigüa” y “Fardatxo d’aigüa” (Lagarto de agua). Como curiosidad ya mencionada, algunos agricultores pensaban que esto animales eran capaces de mantener limpia el agua de los pozos, cisternas y aljibes de los campos y es por ello que en muchos lugares de la península ibérica se depositaban gallipatos en el interior de los mismos.

 

                                   Gallipato adulto. Requena-Utiel (Valencia).

                                   Gallipato adulto. Baix Maestrat (Castellón).

                                   Adulto en fase acuática. Vinalopó Mitjà (Alicante).

 

Para saber más:

 

- Ficha de la especie en Vertebrados Ibéricos 

- Ficha de la especie en Amphibia Web

 

Por David Candel Arbó