Culebra de herradura / Serp teuladina (Hemorrhois hippocrepis)

 

Descripción

 

La culebra de herradura es un ofidio de gran tamaño en el contexto ibérico, que puede llegar excepcionalmente a medir 185 cm de longitud total, aunque por lo general los mayores ejemplares raramente superan los 150 cm de longitud. Su cuerpo es alargado, de constitución delgada y su cola es considerablemente larga, llegando a representar casi un cuarto de la longitud total. Su cabeza está claramente diferenciada del cuerpo y es deprimida, aspecto que le permite introducirse más fácilmente en grietas y recovecos. Tiene un hocico redondeado, y ojos grandes, con la pupila redonda y oscura e iris marrón claro o amarillento. De dentición aglifa, carece de glándulas productoras de veneno y por tanto de dientes destinados a su inoculación, de forma que es completamente inofensiva.

 

Se trata de la única culebra de la península ibérica con una fila de escamas suboculares, situadas entre el ojo y las escamas supralabiales, normalmente en número de 3. Presenta de 7 a 10 escamas supralabiales. En la cabeza presenta un diseño consistente en una serie de manchas oscuras sobre fondo más claro, llamando la atención una mancha en la zona parietal, en la parte superior de la cabeza, que recuerda por su forma a una herradura, característica a la que esta especie debe su nombre.

 

A lo largo de su cuerpo, en la región dorsal, ostenta un patrón que consiste en una serie de manchas oscuras de forma ovalada, rodeadas de escamas de color blanquecino. Desde el dorso, estas manchas van haciéndose cada vez más pequeñas hasta llegar a la base de la cola, donde confluyen formando una línea oscura. En los laterales se disponen una serie de manchas oscuras más pequeñas. Todas estas manchas se encuentran sobre un fondo más claro, que puede ser variable, desde crema y gris claro a marrón oscuro. La zona ventral es de tonalidades más pálidas, frecuentemente de color anaranjado o rosado. 

 

 

En esta especie existe dimorfismo sexual, aunque no es muy aparente. Los machos suelen alcanzar un tamaño mayor que las hembras y tienen la cabeza proporcionalmente mayor y la cola más larga. Por su parte, las hembras tienen un mayor número de escamas ventrales que los machos. En general, la coloración es más contrastada en individuos juveniles, tendiendo a oscurecerse con la edad, de manera que ejemplares de edad avanzada pueden presentar una coloración muy oscura, fundiéndose todas las manchas dando lugar a un color prácticamente negro. 

 

Adulto. Rincón de Ademuz (Valencia).

 

Subadulto. L'Alacantí (Alicante).

Adulto. Requena-Utiel (Valencia).

 

Adulto. Baix Maestrat (Castellón).


 

Ecología

 

 

Serpiente termófila, es amante de las altas temperaturas y se encuentra ausente o es escasa en territorios con bajas temperaturas invernales y nocturnas. Su actividad es principalmente diurna, aunque en los meses más cálidos es habitual la actividad crepuscular y nocturna. Su período de actividad varía en función de las condiciones climáticas. Generalmente en la península ibérica este período abarca de marzo a noviembre. Sin embargo, en las zonas más cálidas del sur y este peninsular y en la costa, con inviernos suaves, puede estar activa a lo largo de todo el año. 

 

Es un ofidio rápido y ágil, tanto en tierra como en superficies verticales como troncos, acantilados y muros, por donde trepa con gran facilidad aprovechando las grietas como punto de apoyo. De temperamento defensivo, si se ve amenazada y acorralada se enrosca, ensancha la cabeza y silba, y no dudará en atacar y morder repetidamente a su agresor, aunque en primera instancia siempre evitará el enfrentamiento huyendo a gran velocidad. Cuando es capturada puede emitir un líquido de olor desagradable, y ocasionalmente puede provocar la rotura de la cola para escapar de un depredador.

 

La culebra de herradura se alimenta de un amplio espectro de presas, destacando los pequeños mamíferos, reptiles, aves, y anfibios e invertebrados en menor medida. Caza activamente, inspeccionando grietas y agujeros de su hábitat en su búsqueda de presas. Al carecer de veneno, mata a su presa directamente por constricción. Los ejemplares juveniles se alimentan principalmente de insectos y pequeños reptiles como lagartijas, eslizones y salamanquesas. A medida que avanza en edad, la culebra de herradura va mostrando cada vez más preferencia hacia presas endotermas como mamíferos y aves. Debido a sus hábitos rupícolas y su gran capacidad para trepar, es un importante depredador de salamanquesas y lagartijas en sitios a menudo de difícil acceso para otros ofidios. A menudo depreda pájaros y huevos en sus nidos, incluso se han dado casos de depredación de aves enjauladas en entornos urbanos. Por último, existen ejemplares especializados en la captura de murciélagos, emboscándolos a la salida de sus refugios y llegando a capturarlos en pleno vuelo.  

 

Entre los depredadores naturales de la culebra de herradura se cuentan otros ofidios, destacando la culebra bastarda, pero también otras culebras de herradura de mayor tamaño. También es presa de varias especies de aves rapaces, entre las que destaca el águila culebrera por su especialización en la captura de ofidios. Entre los carnívoros puede ser capturada por el meloncillo, y como otros reptiles, por el jabalí. 

 

La época de celo tiene lugar entre los meses de mayo y junio. Junto con la culebra bastarda, la culebra de herradura es la única especie de ofidio de la península ibérica en que los machos tienen una espermatogénesis primaveral, propio de regiones con primaveras largas y cálidas, aspecto que limita su distribución. Los machos llevan a cabo una búsqueda activa de hembras, produciéndose peleas entre machos por el derecho a aparearse. Un mes después de la cópula, la hembra realiza la puesta en un lugar con suficiente exposición solar, bajo piedras, ruinas o troncos. La puesta consiste en un número de 3 a 10 huevos blancos, de forma alargada y cáscara relativamente blanda. Tras 2 meses de incubación, nacen las pequeñas culebras de herradura, con unos 20 cm de longitud, ya capaces de valerse por sí mismas.

 

Juvenil. L'Horta Nord (Valencia).

 

 

Adulto trepando a un árbol. Baix Maestrat (Castellón).


 

Distribución, hábitat y amenazas

 

Se distribuye en la región mediterránea occidental, en el norte de áfrica y la península ibérica. En la península ocupa la mayor parte del sur y la costa mediterránea, siendo más escasa hacia el norte y el interior. Por el oeste alcanza su límite norte en el río Duero, por el centro en la Meseta Central y en el este llega casi hasta el pirineo en la provincia de Lleida, habitando las zonas de mayor influencia mediterránea. También se encuentra presente en el norte de África, en Marruecos, Argelia y Túnez, y en varias islas del Mediterráneo como en Cerdeña, Pantellaria y Zembra, donde probablemente fue introducida en la antigüedad. Recientemente esta especie ha colonizado las islas Baleares, transportada involuntariamente en el interior de viejos olivos, convirtiéndose en un grave problema para las lagartijas endémicas de aquellas islas.

 

En la Comunidad Valenciana es una especie común y abundante en las tierras bajas y cerca de la costa en las tres provincias, siendo especialmente frecuente en la provincia de Alicante. Va volviéndose progresivamente más escasa hacia el interior hasta desaparecer en zonas frías o montañosas del interior de Valencia y Castellón. No obstante, penetra notablemente hacia el interior aprovechando valles fluviales de mayor termicidad, como los del Júcar, Turia o Cabriel en la provincia de Valencia. Se encuentra en un rango altitudinal que va desde el nivel del mar hasta los 1000 m aproximadamente, aunque se vuelve escasa por encima de los 600 m. En zonas de media montaña ocupa vertientes soleadas y secas.

 

La culebra de herradura es poco exigente en cuanto a su hábitat, más allá de requerir temperaturas elevadas y una buena exposición solar. Por ello, ocupa áreas de vegetación abierta, como matorral mediterráneo no demasiado denso y campos de cultivo. Dadas sus costumbres rupícolas, abunda en roquedos, muros de piedra, ruinas y viejas construcciones, llegando incluso a habitar en zonas urbanizadas, allá donde pueda encontrar presas suficientes. Por ello se considera una especie antropófila, que se ve favorecida por la presencia de estructuras humanas que le proporcionen presas y cobijo.

 

Su carácter antropófilo, que la lleva a habitar en las proximidades de núcleos urbanos, conlleva que a menudo sea atropellada en las carreteras o muerta directamente a manos del hombre, víctima de falsas creencias y supersticiones. Al ocupar con frecuencia construcciones artificiales en su búsqueda de alimento y refugio, suele introducirse en estructuras de almacenamiento de agua como aljibes y cisternas, siendo posteriormente incapaz de salir, y muriendo de inanición, al igual que muchas otras especies de animales. Este problema le afecta especialmente en muchas zonas agrícolas de la Comunidad Valenciana. Otro problema que repercute negativamente en sus poblaciones es la destrucción de su hábitat, por el cambio de una agricultura de secano a otra de regadío y la eliminación de muros de piedra y otras estructuras que le proporcionan refugio. La intensificación de la agricultura comporta el uso de productos químicos que afectan directamente a sus presas y por tanto también a esta serpiente. En las proximidades de zonas rurales y núcleos urbanos también se ve amenazada por la presencia de perros y gatos asilvestrados.

 

Hábitat. Requena-Utiel (Valencia).

Hábitat. Camp de Turia (Valencia).

 


Adulto en su hábitat. Baix Maestrat (Castellón).

 

Información complementaria

 

La culebra de herradura pertenece a la familia Colubridae y al género Hemorrhois, junto a otras 3 especies: H. algirus (norte de África), H. nummifer (Oriente Próximo) y H. ravergieri (Centro y oeste de Asia). Este género está relacionado con otros géneros de culebras paleárticas como Platyceps y Spalerosophis. Se estima que el género Hemorrhois apareció hace 20 m.a, separándose los clados oriental (H. ravergieri y H. nummifer) y occidental (H. hippocrepis y H. algirus) hace aproximadamente 16 m.a., coincidiendo con la separación de África y Asia. Las dos especies del grupo occidental divergieron hace 4-7 m.a en la región del Magreb. La presencia de la culebra de herradura en la península ibérica se debe a una colonización relativamente reciente desde el Magreb, posiblemente a finales del Pleistoceno, período en que el nivel del mar Mediterráneo bajó coincidiendo con máximos glaciales, lo que facilitó la llegada de fauna del norte de África al continente europeo. Se trata de un caso muy similar al de la culebra bastarda o la culebra de cogulla. 

 

  

Adulto. Camp de Turia (Valencia).

 

Adulto hallado en el interior de una grieta. Requena-Utiel (Valencia).

 

Por Berto Gil Climent